Sanciones para los clientes

•May 25, 2011 • Deja un comentario
Los clientes de prostitutas que mantengan relaciones sexuales en la calle se enfrentarán a multas de hasta 3.000 euros. El Ayuntamiento de Badajoz prepara una ordenanza para luchar contra estas prácticas en la vía pública que pretende tener lista antes de las elecciones municipales, que se celebrarán el 22 de mayo. La Policía Local de Granada y Barcelona (ciudades a las que miran desde el área de Servicios Sociales para elaborar el texto) sancionan a quienes requieran los servicios de las meretrices con hasta 3.000 euros.
La concejala de Servicios Sociales, Rosario Gómez de la Peña, explicó ayer que el Ayuntamiento de Badajoz estudia en la actualidad las ordenanzas de esas tres ciudades para elaborar la normativa pacense. Prevé multas a los clientes y las meretrices, aunque para estas últimas sopesa la posibilidad de que se les puedan conmutar por trabajos en beneficio de la comunidad y, además, se pongan en marcha programas sociales con el fin de ofrecerles alternativas a este modo de ganarse la vida.
esde 750 euros
Las ordenanzas de Granada y Barcelona persiguen a los clientes, preservan a los menores de la exposición pública de esta práctica y ofrecen información y ayuda a las prostitutas. La ciudad pionera en elaborar una ordenanza de este tipo fue Barcelona, donde las multas a los usuarios oscilan entre los 750 y los 3.000 euros. Si las meretrices persisten en su actitud son multadas por desobediencia y abonan 750 euros si están cerca de un colegio.
La normativa de Granada también establece penas de entre 750 y 3.000 euros y considera muy grave que este tipo de conductas «se desarrollen a menos de doscientos metros de zonas residenciales, centros educativos o cualquier otro lugar donde se realice actividad comercial o empresarial alguna». Esta misma ciudad establece que las multas pagadas por las prostitutas se destinan a programas sociales.
Rosario Gómez de la Peña contestó a la pregunta formulada desde IU durante el Pleno ayer que Servicios Sociales trabaja en la ordenanza y que ésta estará lista antes de que termine este mandato. Tras la sesión, indicó que el Ayuntamiento examina los textos de las normas de esas otras ciudades para extraer los puntos que convengan a la capital pacense.
Además de examinar los textos de otras ciudades para extraer los puntos que más interesen, en Servicios Sociales estudian qué se le podría ofrecer a estas mujeres. A las sanciones económicas que se enfrentarán las prostitutas, se suma la posibilidad de que realicen algún trabajo en beneficio de la comunidad. «Se pueden dar circunstancias en las que las mujeres no puedan pagar las multas y con el trabajo a la comunidad se les dé la oportunidad de salir de ese tema», aseveró. De esta forma, Servicios Sociales trataría de facilitar una alternativa a estas mujeres para que abandonen la calle.
La concejala anunció que las prácticas sexuales en la calle quedarán prohibidas en todas las zonas residenciales para no molestar a los vecinos. Con esta ordenanza, el Ayuntamiento proporcionará a la Policía Local una herramienta para poder combatir estas prácticas. «La Policía puede persuadir, pero no tiene una herramienta para sancionar», indicó.
Según las estimaciones de Servicios Sociales, que toma los datos de Cruz Roja, existen unas treinta mujeres que se dedican a la prostitución callejera, sin contabilizar las que trabajan en pisos y establecimientos.
Próximamente una entrevista realizada por Carlos Díaz  a un cliente de la prostitución femenina.

Clientes de la prostitución

•May 25, 2011 • Deja un comentario

A menudo, cuando se habla de la prostitución, se hace alusión a los clientes. Sin embargo, son pocas las veces en que el discurso se centra en ellos y en esta ocasión queremos hacerlo. Consideramos que en el fenómeno de la prostitución, el tema de ‘los clientes’ es de suma relevancia, ya que sin ellos, la prostitución no existiría. Es decir, uno de los aspectos fundamentales que posibilita la prostitución es la demanda que existe del comercio de las relaciones sexuales en el mercado de las ilusiones.

¿Quiénes son los clientes de las prostitutas? A juzgar por los altísimos porcentajes de varones que emplean sus servicios podemos llegar a la conclusión de que se trata de personas «normales y corrientes», en la mayoría de los casos. Quizás tendríamos que diferenciar entreclientes habituales y esporádicos.Los clientes esporádicos pueden acudir a buscar los servicios de las prostitutasen grupo o individualmente. En determinados grupos de la sociedad española, una visita a un prostíbulo puede formar parte de las actividades organizadas en torno a una despedida de soltero.

No es de sorprender tampoco que otra de las situaciones en las que algunos hombres en grupo pueden terminar visitando el servicio de prostitutas sea tras acudir a presenciar un encuentro de fútbol. Con este otro ejemplo podemos ver que muchos varones tienen pocos tapujos al solicitar servicios de prostitución. Algunos hombres se quejan de haber sido arrastrados a estas situaciones. Creemos que aunque la presión del grupo puede ser importante, un adulto debe ser capaz de mostrarse asertivo en sus propios deseos. Si no es capaz de esto, tiene un problema.

Conocemos a muchos hombres que han usado el servicio de prostitutas en algún momento de su vida. En ocasiones por sentirse limitados a la hora de intentar ligar con otro tipo de mujer, a veces con la finalidad de gastar el menor tiempo posible en sus escarceos. Y, también, porque es una forma de garantizarse sexo con una mujer más atractiva de lo que ellos se sienten capaces de conseguir habitualmente. Este último caso permite al varón vivir la fantasía de que una «mujer escultural» tiene sexo con él. Existe otro tipo de hombre que emplea a una prostituta por razones de soledad. El sexo que mantiene con ella le permite olvidarse de que se siente solo durante un momento.

Con todo esto no queremos decir que los hombres que pagan por tener sexo con una prostituta estén libres de conflicto -sobre todo cuando la práctica esporádica se va convirtiendo en habitual-. No, en bastantes casos, dicha afición llega a producir sentimientos de culpa e incomodidad, la sensación de realizar algo negativo, sin que ello sea un impedimento para que ocurra. Recordamos el caso de un varón expresamente católico, de unos 30 años de edad, con un nivel económico cómodo, que nos contaba que usaba los servicios de prostitutas en ocasiones. Según explicaba, él lo que buscaba era una chica prostituta de ciertas características: joven, española y universitaria, que se prostituía para pagar sus estudios y terminar la carrera. Suponemos que de esa forma él sentía que contribuía a que la chica edificara su futuro. Sabemos que, entre otras cosas, este hombre intentaba engañarse a sí mismo y paliar sus sentimientos de culpa con la racionalización de sus motivos.

Lo más triste es encontrar hombres que lanzan una cruzada contra las prostitutas y luego sonlos primeros en ir a buscar sus servicios.

Fuente: aquí 

Los Burdeles

•May 15, 2011 • Deja un comentario

Los burdeles son lugares fundados con el fin de que algunas personas experimenten el erotismo a gusto, en privado, sin molestias o interrupciones extrañas, en un ambiente adecuado, que por lo general es atractivo aunque poco acogedor; sitios donde se puede realizar apropiadamente el acto sexual, con profesionales que se ofrecen a cambio de dinero.

En los burdeles clásicos tienen dos elementos comunes: un bar en que los clientes descansan y se relajan, y una serie de habitaciones en las que las prostitutas prestan sus servicios.

Suelen estar regentados por una mujer “Madame”. Esta es la encargada de mostrar a las chicas en ropas diminutas al cliente que es quien decide quien será la elegida.

Antes sólo había burdeles al servicio de los hombres y éstos eran los únicos beneficiarios de los muchachos y de las muchachas que ofertaban su cuerpo y su pericia sexual por una retribución acordada de antemano. Pero hoy también existen casas de mancebos que se ofrecen tanto a mujeres como a hombres. La liberación de la mujer ha permitido esta diferencia. No obstante, los burdeles no son algo nuevo, ni exclusivos de esta época, han existido desdela Antigüedad, desde que consideraron pertinente regular la práctica del sexo, introduciendo la modalidad de pago para evitar conflictos entre la población.

Este hecho es coincidente con la implantación del matrimonio como célula inicial de la familia, institución básica y originaria del cuerpo social. Pero para los antiguos era evidente que a los hombres no se les podía condenar a una sexualidad unidireccional, dirigida exclusivamente a la procreación de la estirpe y al crecimiento de la comunidad.

burdel “love store” en Ámsterdam

Una vez sacralizado el matrimonio, se estableció con total impunidad la permisividad carnal con personas de otros clanes, extranjeros y extraños, gente de distinta categoría, esclavos y sirvientes. Pero no se podía dejar sin asistencia a quienes proporcionaban semejante placer, tampoco a los que formando parte de la misma comunidad y del mismo nivel contribuían al desarrollo de una actividad que comenzó a considerarse como un servicio público. La contraprestación económica en dinero o especie compensaba la abnegación de quienes exponían su cuerpo a la consecución del erotismo ajeno. Con el paso del tiempo, el sacrificio de estas personas excluidas de la formación social activa también fue distinguido con la sacralización.

Por lo tanto, los burdeles son un símbolo de la tolerancia histórica sobre la sexualidad. Uno de los primeros símbolos de la civilización humana que ha logrado sobrevivir hasta nuestros días. En otras palabras, desde que las primeras formaciones sociales adquirieron cierto grado de complejidad se vio la necesidad de establecer burdeles cuyo fin era organizar la sexualidad frente al caos y el abuso indiscriminado de los más fuertes.

La aceptación del comercio sexual fue una medida socialmente convenida que llevaba implícita la necesidad de respeto entre las partes. Sin ese respeto por la actividad de la prostitución no puede entenderse la existencia de los burdeles, que se erigieron como garantes del acuerdo realizado entre los clientes y las prostitutas o prostitutos.

 interior de un burdel, pintura de Henri de Toulouse-Lautrec

No obstante, las cosas han cambiado mucho y los burdeles también. De hecho, para ver a éstos con un mínimo de objetividad, sea en un marco histórico o en la actualidad, es necesario realizar una tarea de meditación pausada sobre las facetas correlativas que representan tanto la prostitución como las personas que se prostituyen. Esto se debe a que se trata de un tema complejo en el que, además, resulta casi imposible no dejarse llevar por las emociones personales. Pero los juicios de valor irreflexivos irremediablemente inclinan el análisis hacia un lado u otro, hacia una opinión no necesariamente justa capaz de inaugurar aversiones ocultas y tal vez, desmesuradas.

El raval por Carlos Díaz

•May 4, 2011 • Deja un comentario

Quiero dar mi opinión sobre la prostitución callejera basándome en la visita que realice el 28 de mayo del 2011 al barrio del Raval situado en una zona cercana a la conocida Rambla de Cataluña.

Mi primera impresión al entrar en una de las calles del barrio fue muy negativa. Todo lo que veía era muy decadente y miserable.

Antes de visitar el barrio yo me preguntaba si sería capaz de reconocer a una prostituta. En aquel barrio la cosa era evidente, enseguida supe quién era quién. Unos segundos inmediatamente después de entrar en aquella calle se acercaron tres mujeres de color vestidas con ropa muy provocativa enseñando todos sus atributos sexuales. Yo iba con una amiga del instituto, pero sin ningún pudor se acercaron a nosotros y dirigiéndose a mí, empezaron a hacer gestos obscenos para llamar mi atención y diciéndome cosas como “¿Moreno quieres que te haga nuevo?”.

La segunda calle que visitamos, había mujeres de todas las nacionalidades: rumanas, chinas, negras, etc. También, había chicas jóvenes tiradas por el suelo y pidiendo desesperadamente que tomara sus servicios. Con una sonrisa en los labios, me acerqué a ellas para poder comunicarme, pero al preguntarles por sus vidas, por las razones que le habían llevado a aquella situación, o si tenían algún proxeneta que las controlaba, me contestaron de mala manera y con el miedo reflejado en sus rostros. Una de ellas, me dijo: “¿Crees que somos Radio TeleTaxi?”.

Otra de las muchas calles donde entramos nos encontramos con una mujer China con la que intenté entablar conversación y me contestó que ella estaba en horas de trabajo, que tenía que ganarse la vida para alimentar a su familia y que no podía perder el tiempo conmigo. Esta contestación me hizo reflexionar y llegué a la conclusión que aquella mujer, como tantas otras, consideraba la prostitución como un trabajo cualquiera.

Aquellas calles también me hicieron ver la relación que se establece entre los vecinos que viven por la zona y las prostitutas que ejercen la prostitución. Me  indignó ver como las personas que salían de sus casas miraban con gesto despreciativo a las prostitutas. Incluso, una vecina, les tiró un cubo de agua desde la ventana de su casa diciéndola que se marchara de allí. Pensé en el derecho constitucional a no ser discriminado por ningún aspecto y aquellos gestos de desprecio y aquella acción no tenía nada que ver con el respeto que aquellas prostitutas se merecían.

Hay que prohibir la prostitución en las calles, porque los vecinos también tienen derecho a una vida tranquila, pero el Estado tendría que ofrecer a las prostitutas un lugar seguro donde pudieran ejercer su trabajo sin ser discriminadas, ya que toda mujer u hombre sin trabajo, con hijos, sin un hogar o sin papeles harían cualquier cosa, incluso prostituirse para poder salir adelante en la vida (me incluyo). 

Incluso ni estas necesidades toda persona que ha elegido libremente esta clase de trabajo tiene derecho a ser respectado. Otra cosa son las personas que se ven obligadas por las mafias o entidades parecidas. En estos casos son las autoridades competentes las que tendrían que intervenir para liberar a estas personas y castigar a las que se dedican a este “negocio”.

Resumiendo podría decir que la demanda crea la oferta, por lo tanto, si no hubiera clientela no habría prostitutas.

Es imposible eliminar la prostitución callejera, aunque sí podría esconderse llevándola a locales o burdeles. Yo considero que esta actitud es hipócrita, aunque para los vecinos y vecinas de las calles del Raval donde se produce esta actividad tiene sentido, porque el espectáculo es muy desagradable y lleva a conflictos entre los vecinos y las prostitutas.

Actualmente, se ha aprobado una ley que penaliza los clientes que negocian las relaciones sexuales a cambio de dinero en la vía pública. Quizás de esta manera se reducirá la prostitución callejera trasladándose a burdeles o locales más adecuados para realizar esta actividad.

Hay ONGs que exigen la abolición total de la prostitución bajo el lema “Regular la prostitución es legalizar la violencia contra la mujer”. No estoy de acuerdo con ello porque si una prostituta afirma que ese es su trabajo, no ejerce ninguna violencia contra ella misma. Sería como prohibir a una cocinera porque podría correr el riego de quemarse o cortarse en el ejercicio de su actividad y no por ello se está pidiendo que se elimine el oficio de cocinera.

Las mujeres, al igual que los hombres, son libres de escoger el trabajo que quieren para ganarse la vida. Por otro lado, hay empresas y asociaciones que quieren la legalización de la prostitución y de esta manera los empresarios podrían continuar tranquilamente con su negocio. No obstante, en este caso las autoridades competentes tendrían que supervisar las relaciones laborales que se establecen entre los empresarios y las prostitutas para que éstas últimas tuvieran los mismos derechos que cualquier trabajo.

Poner prohibiciones como penalizar a los clientes, retirar el carné de conducir, etc. No soluciona nada. Por mucho obstáculos que les pongan, los adictos al sexo, habituales que vienen al barrio del Raval, a buscar este tipo de servicio, encontrará la manera de seguir dándose ese placer, sea en una zona nueva, sea en burdeles o sea donde sea.

Al anochecer las calles del Raval se convierten en una autopista de coches, subiendo y bajando para buscar a  mujeres.

Algunas chicas, no son chicas sino travestis, algunas definitivamente extraordinarias, y me quedaré con una frase que me dijo una Drag Queen “Mujeres Cometa, con polla y con tetas”.

Carlos Díaz Pons

Aspectos sanitarios de la prostitución callejera

•abril 27, 2011 • Deja un comentario

La sanidad constituye uno de los aspectos fundamentales y por otra parte más descuidados de la prostitución callejera. A pesar de ser un colectivo de alto riesgo y de padecer, en un alto porcentaje, enfermedades de transmisión sexual.

Muchas de las mujeres que ejercen la prostitución desconocen las medidas necesarias para la protección de su salud y las prostitutas que no están empadronadas en las ciudades donde ejercen no disfrutan de una cobertura sanitaria pública, con lo que tienen que recurrir a la privada cuando necesitan asistencia sanitaria y al no poder pagarla, solo acuden a ella cuando la enfermedad está ya avanzada y solo puede recibir cura, no protección o prevención. De hecho, un 36% de las prostitutas manifiesta no someterse a ningún tipo de revisión médica por considerarla innecesaria. Salvo raras excepciones, las revisiones médicas suelen ser inconstantes y tardías.

De entre las enfermedades que afectan al colectivo, el mayor número (72%) corresponden a enfermedades de transmisión sexual, como: Sífilis, Hepatitis B, Gonococos, SIDA. y otros problemas como la desnutrición, infecciones, lumbagos…

El auge de las enfermedades de transmisión sexual y la falta de medidas higiénico-sanitarias que caracteriza al grupo son factores que proporcionan la posibilidad de contagio.

La aparición del SIDA provoca temores por el desconocimiento en la forma de contraerlo y/o la sintomatología de esta enfermedad, lo que impide tomar precauciones y tener que afrontar el riesgo.

“Yo el SIDA, como lo desconozco totalmente, no puedo tener miedo a una cosa que no conozco, pero…es un riesgo que todas corremos, aunque tengamos miedo, y que lo afrontamos, poniendo precauciones o sin ponerlas, o sea, yo realmente desconozco lo que es el SIDA”, cita de una prostituta.

Ya sea por falta de información, de cobertura sanitaria o por dejadez, el comportamiento más generalizado ante el contagio es según las experiencias  y consejos sanitarios de las compañeras y por tanto la automedicación.

Respecto a la anticoncepción, existe una tendencia bastante generalizada al uso de métodos arcaicos y rudimentarios, con el consiguiente riesgo de contraer embarazos no deseados e infecciones.

Soluciones para frenar las enfermedades de transmisión sexual por Carlos Díaz

Las respuestas a este problema pueden ser, o bien intentar prohibir definitivamente la prostitución, o establecer un registro de las prostitutas y prostitutos encaminado a que realicen controles médicos periódicos, o animar de manera informal a prostitutas y prostitutos, y a sus clientes, a utilizar medios de protección y a someterse a revisiones médicas.

Las dos primeras alternativas son consideradas frecuentemente inadecuadas. Prohibir la prostitución significa que ésta se convertiría en una actividad a escondidas, con lo cual aumentarían aún más los problemas sanitarios, y también criminales. La segunda alternativa, consistente en llevar un registro de las prostitutas y prostitutos, convertiría al estado en cómplice de esta actividad, y no solucionaría el control sanitario de todas aquellas personas que trabajan en esta profesión de forma oculta. En consecuencia, según muchos expertos sólo queda la tercera vía, que depende de la voluntad de todos los implicados.

Carlos Díaz Pons

Prostitución «La Patinadora»

•abril 27, 2011 • Deja un comentario

Otro tipo de prostitución callejera es la llamada patinadora. Las patinadoras no tienen un local donde desarrollar sus actividades. Son Trabajadoras Sexuales Callejeras que dentro de la problemática de la prostitución en la ciudad deLa Paz trabajan por cuenta propia y en la calle. Estas personas buscan a sus clientes en la calle y los llevan a un alojamiento que conocen ellas por los alrededores para prestar sus servicios respectivos. Algunas de ellas comenzaron trabajando en algún local, mientras otras realizan sus actividades directamente en la calle.

Prostitución en Zonas Portuarias

•abril 27, 2011 • Deja un comentario

Un ejemplo típico de este tipo de prostitución es el que se ejerce en los cascos antiguos, llamados “Barrios Chinos” que han desarrollado esta actividad al estar cerca de zonas portuarias como el de Barcelona.

Otro ejemplo de zona portuaria es el caso de la ciudad de Ámsterdam. Lotte van de Pol realizó un ensayo sobre los diferentes tipos de prostitución que había en la ciudad. Los prostíbulos o casa de baile, la que se ejercía de vez en cuando, las putas de la calle, las cortesanas y las mantenidas.

Estas zonas han desarrollado un alto comercio de prostitución debido a la gran actividad económica y sobre todo porque embarcaban y desembarcaban miles de marineros quienes tenían los bolsillos llenos de dinero que gastar.

Artículo en el periódico de Alicante Información: clika aquí

Prostitución Drogadictas

•abril 27, 2011 • Deja un comentario

La irrupción de la droga en el mundo de la prostitución ha producido un nuevo modelo de prostituta: la mujer que vende su cuerpo para costearse el consumo de droga, ya sea obligada o inducida por el proxeneta, o bien como “elección” persona.

Esta prostituta adopta unas formas de conducta frente a clientes y compañeras que desprestigian y alteran las constantes de la prostitución tradicional. Su falta de profesionalidad y los continuos hurtos a que someten a los clientes la convierten en persona “non grata” para el resto de sus compañeras.

El colectivo de drogadictas está integrado por mujeres jóvenes que tienen necesidad indispensable de conseguir recursos económicos y que están dispuestas a admitir la realización de todo tipo de servicios sexuales a cualquier precio.

Video explicativo de mujeres que se prostituyen por droga en el barrio de Tepito

Prostitución Travestis

•abril 17, 2011 • Deja un comentario

El travestido es otra forma de competencia de la prostitución tradicional, porque no sólo usurpan clientes  a las mujeres, sino que altera los valores y pautas sexuales dominantes en esta modalidad de prostitución. En la mayoría de los casos los travestís llegan a la prostitución debido al rechazo social y, en algunos casos, para obtener suficiente dinero para poderse operar  para cambiar de sexo, entre otros.

Sin embargo, en el discurso no se expresa esta competencia masculina de forma racional.

“Lo que yo pienso es que un hombre muy hombre, un macho, nunca va a ir con esos tíos. Yo he visto cliente de Montera que van contigo y los he visto engancharse al travesti, pero porque son persona viciosas, porque antes no pasaba eso, hay personas que están degeneradas.” Cita de una prostituta.

Fotografía: tres prostitutas travestis ejerciendo la prostitución en el barrio rojo de Argentina.

Video de prostitutas transexuales:

Prostitución Callejera

•abril 17, 2011 • Deja un comentario

En esta modalidad la prostituta, generalmente vestida de forma provocadora, busca clientes mientras se encuentra en un lugar público. Por lo general las ofertantes que usan este método esperan a que el cliente haga  el contacto y la negociación. Una vez establecido los términos comerciales, las actividades de breve duración, se realizan en el vehículo del cliente en algún lugar apartado o en algún hotel de baja categoría cercano al sitio de encuentro, llegando incluso, hacer los servicios en la propia calle. Esta prostitución es considerada una de las que conlleva más riesgos para la prostituta, ya que se exponen a ser presa fácil de delincuentes y pervertidos violentos. Por otra parte, se considera también que es la que conlleva más riesgos de tipo sanitario para los que la practican, porque los clientes no admiten medidas preventivas (preservativo) contra el contagio de enfermedades venéreas como el Sida. Tiende a ser sin embargo la más despreciada por los clientes y la sociedad en general, ya que se trata de mujeres con un nivel económico y social muy bajo. El ejemplo lo tenemos con las prostitutas que vienen de los países del Este de Europa.

En la actualidad, han irrumpido nuevas formas y tipos de prostitución que han modificado la estructura tradicional (la patinadora, la de las zonas portuarias…) Entre estas nuevas formas, drogadictas y travestis representan la competencia más importante.

También, la nueva actitud de las mujeres casadas hacia el sexo tiene una incidencia indirecta en el mercado sexual. Esta actitud aperturista a técnicas sexuales, reservadas al soterrado mundo de la prostitución, se ha generalizado a otros sectores sociales y constituye en la práctica una forma de competencia para las mujeres especializadas en el sexo.

 

“Aunque hoy se están volviendo muy modernas, porque compran revistas y les hacen cosas a sus maridos y todo para que no se vayan con nadie, no hoy día es distinto» declaraciones de una prostituta.

 

Prostituta callejera situada en la carretera de Castelldefels.